Historia
En septiembre de 1990, el Padre Jaap Reuten me llama porque la Asociación Notre-Dame des Neiges quería poner vidrieras en la iglesia. Después de una cita en la iglesia con el maestro Arcabas, Françoise Montfollet y los responsables de la asociación, me informo sobre la concepción de las vidrieras.
Enseguida entendí que se trataba de algo particular y que tendría yo que poner todos mis conocimientos y experiencia para conseguir la puesta en valor de una obra excepcional, sabiendo que se me dejaba toda libertad en la técnica de la colocación.
Una nueva técnica
La concepción moderna de estas vidrieras es particular : se trata de dos vidrios hojaldrados de 4 milímetros pegados para que sean rígidos. El motivo que forma el dibujo de múltiples vidrios multicolores está ajustado al milímetro y después pegado en el interior, lo que representa dos veces cuatro milímetros de dibujo, o sea en total once milímetros.
Los soportes existentes
Los marcos son en el origen de acero U en corte de frío de 50 x 50 x 50 x 3 milímetros ; están todos en trapecio y ninguno tiene la misma dimensión. La longitud de las vidrieras es de 5,70 metros a 5,20 metros para los más pequeños. La altura varía según la arquitectura de la iglesia de 0,30 metros a 2,05 metros ; ninguno de los doce tableros tiene la misma dimensión ni la misma inclinación. La superficie de las 12 vidrieras varía de 3,503 m2 a 10,700 m2.
En la construcción, estos marcos recibían vidrios esmerilados para ocultar los orificios y dar luz al interior de la iglesia.
El principio de la colocación
Después del desmontaje de los vidrios existentes, imaginé que se necesitaba un soporte « suave » ; una bagueta de pino fue ajustada en el fondo de la ranura de la parte inferior. Una banda autopegante de goma de caucho de 10 milímetros de espesor fue después pegada sobre toda la longitud del tablero para que el conjunto de la vidriera descansara sobre un soporte « confortable ».
De acuerdo con el artista y los maestros vidrieros, puse las barras verticales o oblicuas en función del motivo y de la longitud de cada tablero integrándolas en el conjunto del motivo de la vidrriera, pero sin nunca pasar de un metro. Estas barras verticales, horadadas de agujeros y perforadas M6 sobre toda la altura son de acero de 60 x 4 milímetros y están soldadas sobre el ala exterior del talero en U. Tienen varias funciones, por una parte sujetar los tableros de la vidriera y por otra parte mantener las protecciones exteriores sirviéndose de los tornillos de fijación. La longitud de las barras (60 milímetros) permite tener 20 milímetros de cada lado y 20 milímetros para el paso de los tornillos y la instalación de los tirantes de cobre de 19 milímetros. Hay que precisar pues que ninguno de los tableros está en contacto directo con el soporte de acero.
Sobre las barras verticales de soporte y sobre las barras de fijación, una banda de goma de caucho de 20 x 10 está pegada ; sobre la parte alta, los tableros pueden deslizarse por la profundidad del hierro U. Eligí esta opción por dos razones, primero por la dilatación del vidrio aunque es débil pero sobre todo por el movimiento real del conjunto de la estructura de madera del techo donde se pueden notar variaciones de altura y flexiones importantes (según las caídas de nieve, importantes en invierno, de allí el interés de cierto « juego » en la parte superior).
Antes de la colocación, todas las partes metálicas son cepilladas y pintadas en pintura antiherrumbre y laca negra brillante (el soporte de color de las vidrieras es generalmente negro).
Los tableros de las vidrieras, cuyo número varía según la longitud de la vidriera, son montados y reunidos. Son después fijados por barras de misma sección por tornillos de 6 x 60 milímetros de modo a reunir como en un bocadillo los tableros respetando la continuidad del motivo. Estos tornillos sirven también para fijar tableros exteriores de protección fijados en marcos de hierro U con corte de frío de 20 x 10 x 20 milímetros para permitir deslizar antes de la fijación de esos marcos una protección en macrelón de 4 milímetros, siendo fijado el conjunto por tuercas de cabeza tuertas. Estos marcos metálicos son tratados y pintados antes de la colocación. Hay que subrayar que el grado de opacidad de los tableros de protección exteriores fue escogido de acuerdo con el artista.
El alumbrado exterior proviene de focos halógenos que han sido instalados con el artista en función de la puesta en valor de unos detalles de las vidrieras.
Las primeras vidrieras fueron colocadas de modo distinto, lo que no ponía en valor el conjunto de la vidriera. Propuse después otra técnica más precisa que encontró un acuerdo unánime del maestro Arcabas, el artista, y de los vidrieros Françoise Monfollet y Christophe Berthier. Esta técnica consistía en tomar exactamente las medidas y calcular por trigonometría las dimensiones exactas de los vidrios por recortar teniendo en cuenta la movilidad de los vidrios y la posición de las barras. Luego yo colmaba los huecos de los marcos con bandas de goma de gaucho ligeramente siliconadas de modo a dar un buen aspecto final, para poner en valor estas obras excepcionales.
Tuve la inmensa felicidad de trabajar durante ocho años con profesionales de excepción ; tuve conciencia de ser el último eslabón y no tenía derecho al error. Fue, durante mis 42 años de artesanía, el trabajo más interesante de mi carrera y lo hice con mucha pasión.
Léon SERT
Maestro Artesano Cerrajero Forjador